En          las últimas décadas, científicos e ingenieros han          estudiado el problema de poder recrear literalmente una nueva Tierra.          Existe en el idioma inglés una palabra, que podríamos traducir          como "terraformar",          el acto de transformar la superficie de otro planeta en un medio habitable          por humanos, creando una biosfera similar a la terrestre. Se adapta la          atmósfera planetaria original para hacerla semejante a la de la          Tierra.  
Es          importante comprender que no se trata de una tarea trivial. Los astrónomos          lo sabemos muy bien. El Sistema Solar está bien ubicado en la galaxia,          no muy cerca del centro galáctico, donde el medio es mas bien hostil          para la vida por una mayor actividad energética, pero no muy lejos,          donde habría una escasez de los elementos mas pesados que sirven          para construir los sistemas biológicos. La estrella que llamamos          Sol tiene el tamaño          correcto y brillo ideal para dar cobijo a la vida. La Tierra          orbita en la llamada zona          habitable, necesaria para albergar agua en estado líquido.          El planeta Júpiter          atrae asteroides y cometas, sirviendo como un escudo contra colisiones          que provocarían periódicas extinciones masivas. La tectónica          de placas causa una geografía aciva, y el campo magnético          nos cobija de las partículas de altas energías que nos bombardean          desde el espacio. Vemos entonces que no es fácil poder recrear          una nueva Tierra. El cine nos da ejemplos de métodos y consecuencias          de esta acción, aunque en casi todas las películas se trata          sólamente el efecto de cambiar la atmósfera planetaria,          dejando sin resolver muchas de las otras características enunciadas          que hacen a un planeta habitable y la Tierra, un mundo muy particular.
Varios          son entonces los requerimientos para poder transformar un planeta y hacerlo          habitable por humanos. Precisamos en primer lugar una atmósfera          para respirar, con suficiente oxígeno para que nuestro metabolismo          funcione, pero no excesivo, porque en ese caso tendríamos una atmósfera          altamente inflamable, y en la cual los incendios serían una pesadilla.          Otros gases son necesarios, por ejemplo, el dióxido de carbono          para generar el efecto invernadero que permita mantener la temperatura          del planeta. La presión del gas tiene que ser la suficiente para          que el oxígeno pueda asimilarse en la corriente sanguínea.          La estabilidad de temperatura significa la posibilidad del desarrollo          de vida vegetal y animal. La temperatura debe de ser lo bastante elevada          para que exista agua en estado líquido. El suelo debe de poseer          los nutrientes necesarios para que las plantas puedan existir. Y finalmente,          dado que estamos hablando de modificaciones a muy largo plazo, la atmósfera          planetaria debe de ser lo suficientemente apreciable para poder retener          el gas respirable que producimos. 
En          muchas películas donde se emplea la terraformación como          parte de la historia, pero no se dan mayores explicaciones, presuponiendo          que el espectador conoce del tema. A veces el proceso se presenta como          un fenómeno drástico, como por ejemplo en la película          Star Trek II: La Ira de Khan (Star Trek II: The Wrath of Khan, 1982).          Allí todo un planeta es reformado en unos pocos minutos a través          de una especie de dispositivo llamado "efecto Génesis"          que impacta sobre la superficie y produce una completa transformación          a nivel atómico (los detalles técnicos de cómo construir          semejante mecanismo quedan para los ingenieros).
Veamos            algunos ejemplos mas detallados. Para el caso de planetas en general,            podemos elegir Aliens. El regreso (Aliens,            1986). El motor de la trama es el rescate de una colina de            ingenieros planetarios, que han tenido la desafortunada idea de establecerse            en un planeta (como bien saben los espectadores) muy peligroso dado            su población autóctona. Allí, de una manera realista,            se nos muestran gigantescas fábricas que procesan la atmósfera            del planeta para transformarlo en habitable, en un proceso que naturalmente            lleva décadas. Razonable, pero seguramente muy caro e ineficiente.
 En          la película de James Cameron la terraformación se presenta          como una actividad desarrollada en el futuro, con compañias que          tienen como una actividad el negocio de la transformación de planetas.          En el caso de la película, la compañía se llama Weyland-Yutani          , una corporación multiplanetaria con diferentes ramas de operación.          Sabemos que se dedica a la minería y también a la explotación          y modificación de planetas. En el planeta LV-426 (donde se encontraba          la nave espacial de Alien) tienen una estación donde máquinas          gigantescas se ocupan de hacer el aire respirable. 
En          la película se llaman colonias de "quita y pon" ("shake-'n'-bake"          colonies. en inglés) De alguna manera, se interpretan estas máquinas          como procesadores de atmósferas. Irónicamente, el lema de          esta compañía, como se puede ver en Aliens, es "Construimos          mundos mejores" (ver figura arriba). Como queda claro en la trama          de Aliens, los ingenieros a cargo de las operaciones de estas plantas          hablan de procesos que duran décadas para conseguir alterar la          atmósfera de un planeta. La película nos informa de que          ya han estado 20 años en el planeta, y cuando la expedición          que acude a rescatarlos aparece, notamos que ahora el aire del planeta          se ha vuelto respirable. Un verdadero proceso de ingeniería planetaria,          por otro lado, posiblemente requeriría varios siglos para lograr          modificar enteramente la atmósfera de un planeta.
Marte          ha sido muchas veces usado como el candidato ideal para experimentar las          futuras técnicas de ingeniería planetaria en el no muy lejano          futuro. En el pasado el planeta tuvo un clima más templado y posiblemente          agua, como se puede deducir de los accidentes geográficos que aparecen          en las fotografías. Sin embargo, esas condiciones se perdieron          cuando el dióxido de carbono que producía el efecto invernadero          responsable de la atmósfera se absorbió de nuevo en la superficie.          Si fuera posible liberarlo en condiciones controladas se originaría          un calentamiento del planeta, que puede concluir creando una atmósfera          con una presión del orden de 300 to 600 milibares. En esas condiciones          los futuros habitantes de Marte necesitarían equipos para respirar,          pero no trajes presurizados. Con el calentamiento de la superficie el          agua se descongelaría, y las condiciones básicas para el          desarrollo de vida vegetal podrían cumplirse. El agua existe en          las capas polares de Marte. Si toda el agua de la atmósfera marciana          se condensara, solo ocuparía un 1/100 de milímetro de profundidad.          Pero si pudiéramos liberar toda el agua de los polos podríamos          crear un océano en el planeta, una vez que aumentáramos          la presión atmosférica. 
¿Qué sucede con un caso mas fácil de trabajar, nuestro            vecino el planeta Marte? El comienzo de Planeta Rojo (Red            Planet, 2000) explica que en el año 2057 la Tierra comienza            a convertirse en un planeta en extinción. Al intentar evitar            el fin de la civilización se inicia la terraformación            de Marte. En principio, el plan que presenta la película es realista.            Primero, armas nucleares de baja potencia son detonadas sobre el polo            norte de Marte, liberando dióxido de carbono. Luego se envían            sondas con algas al planeta, para que transformen el dióxido            de carbono en oxígeno. En este caso, la presión atmosférica            podría incrementarse hasta llegar a cerca de la mitad de la existente            anivel de la superficie terrestre, creando al mismo tiempo un efecto            invernadero que serviría para calentar la superficie del planeta.            Si la temperatura se incrementara lo suficiente, ésta podría            exceder el punto de congelación del agua, derritiendo entonces            la superficie marciana (dejamos por supuesto el resto de los detalles            técnicos por ser resueltos por los lectores).
Concluimos con algo muy familiar. El primer caso de lo que los ingenieros            llamarían prueba de concepto nos tiene como protagonistas.            Es lo que conocemos como cambio climático, que implica entre            otros factores el calentamiento globar de la Tierra. Una vuelta de tuerca            de este tema se presenta en Han llegado (The            Arrival, 1996). Extraterrestres huyendo de la extinción            de su mundo desde la estrella Wolf-336 a una distancia de 14 años            luz, inducen que la amósfera del planeta se vuelva cada vez más            caliente e inhabitable, creando instalaciones especiales en países            del tercer mundo.
Una          de las más impactantes imágenes en la película es          cuando vemos a una mujer examinando una pradera llena de flores bajo un          fuerte sol. Musita para sí misma que esto no debería haber          pasado. La cámara se aleja dramáticamente, y vemos que está          caminando sobre una pequeña región en los polos, un vergel          rodeado de hielo. La imagen se completa con la visión de la tierra          desde el espacio. En otros momentos se discute el calentamiento global.          Aunque los científicos saben que el calentamiento de uno o dos          grados por décadas, detectan anomalías, puntos calientes          en la atmósfera, que indican que el calentamiento podría          ser de 12 grados en la próxima década, lo que significaría          que gran parte de los polos se derretirían, es decir el nivel del          mar subiría, y existirían otras implicaciones para la vida.
Enfrentado          con el protagonista, su jefe, un astrónomo paranoico (¡pero          que no refleja nuestra profesión!), un extraterrestre encubierto,          afirma que "nosotros estamos acabando lo que ustedes empezaron".          Así pues el deshielo de los casquetes polares, el cambio          climático y el traslado de industrias altamente contaminantes          a los países mas pobres tiene una explicación lógica          y escalofriante. 
Sabemos          en realidad que el desarrollo incontrolado de las industrias que generan          polución          atmosférica, el derroche de energía y la emisión          de dióxido de carbono generada por la actividad humana son los          principales responsables de este problema. Pero acaso es un pensamiento          consolador pensar que este comportamiento irracional proviene del exterior.
La          polución de la atmósfera con residuos industriales, el incremento          del dióxido de carbono y la destrucción de la capa de ozono          son gravísimos problemas que la civilización industrial          ha creado con su desarrollo. Las películas se limitan simplemente          a reflejar lo que el espectador medio aprende de las noticias recibidas          de los medios de comunicación. Y si nuestra educación solo          dependiera de las películas, no nos quedaría mucho tiempo          para corregir nuestros fallos. En Misery (Misery,1990)          Cathy Bates afirma que "`Los inviernos se están haciendo          más largos. Dicen que es la capa de ozono". En Predator          2  (1990) los hermanos de aquel extraterrestre que se          dedicaba a la caza humana en Predator          (1987), retornan al Los Ángeles de 1997, que presenta un mundo          más caliente donde la vegetación tropical se encuentra en          las afueras de la ciudad. En Los inmortales II: El desafio (Highlander          II: The quickening, 1991) , una de las peores películas          de ciencia-ficción desde la invención del cine, en 1999          la capa de ozono finalmente es destruida y la humanidad se enfrenta a          su destrucción (o a bronceados más fuertes) hasta que el          carácter de Christopher Lambert diseña un escudo que protege          a la Tierra, a costa de crear una eterna noche sobre el planeta. El remedio          es claramente peor que la enfermedad, puesto que sin luz solar las plantas          no podrán hacer fotosíntesis, la tierra se enfriara y la          vida dejara de existir
 
 
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