lunes, 5 de marzo de 2012

CONFIESO...

                                                 

     Desde el día 1 de Enero del año de gracia 2.006, me he convertido en una de
 
lincuente. Mi gobierno, al que, confiadamente, voté, me ha discriminado… y no
 
he robado, ni he asesinado, ni calumniado a nadie… no… es que… es que…FUMO.
 
     Desde niña, me han enseñado a respetar a los demás, ya sé que molesto con
 
mis humos, pero también molestan los coches con sus tubos de escape, y no por
 
eso los prohiben, molestan las fábricas con sus altas columnas de humo, y no por
 
eso las prohiben, molestan los japoneses que están acabando con las ballenas, y
 
no por eso les prohiben pescarlas, molestan algunas lactáreas  y serrerías con
 
taminando los ríos y no por eso las prohiben, molestan los "prestiges" y siguen
 
navegando por el mar-océano, molesta el Zapatero y tuvimos que aguantarlo, molesta el Rajoy  y hay que aguantarse,
 
en fin, hay muchas cosas y elementos que molestan y contaminan nuestro que
 
rido planeta y que lo están destruyendo, pero nadie se preocupa de arreglar
 
el problema.
 
     Soy un@ de tanto-as marginado-as que andan por ahí, en la calle, a las
 
puertas de sus trabajos, o en la puerta de atrás, escondidos,  o en un rincón
 
oscuro y aislado de cualquier bar, en un lugar apartado de cualquier aeropuer
 
to, cómo si fuéramos apestados o tuviéramos alguna enfermedad altamente
 
contagiosa…
 
     Yo sé, que no me hace bien el fumar, y eso que no me trago el humo, pero
 
es mi problema, realmente me había planteado el dejarlo, pero ahora, al ser
 
algo que me prohiben, pues como que no me animo…
 
     Y puestos a prohibir, y a sacar nuevas leyes, aquí le doy al gobierno una i
 
dea, QUE PROHIBAN EL SUICIDIO, si señor, que lo prohiban y que castiguen
 
duramente a quién lo haga.
 
     Bueno, aquí queda mi confesión, soy culpable, lo siento, es así, cuando se
 
me pase el enfado de las prohibiciones represivas, cuando los que gobiernan
 
el mundo, le pongan remedio a todo lo que molesta a los demás, quizá me plan
 
tee el dejar el cigarrillo, pero, de momento, seguiré siendo una delincuente.


                                            


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