sábado, 25 de febrero de 2012

LA FLOR NO CORTÉ...

                                           
Una rosa abrió su capullo.
Iba a cortarla, hechizada,
y al ir a cogerla oí un lamento,
canto plañidero del agua encauzada,
movimiento suave de las verdes hojas,
trino tierno de un avecilla,
rubor amapolado del más allá,
susurro amante del rincón oscuro,
súplica cariñosa del amado…
Mis sentidos supieron oir el triste aviso:
la amada Naturaleza,
de la paz de sus hijos, celosa,
contra mi crimen se rebelaba,
y mi acción castigaba.
Me ví perseguida y despreciada,
me ví mezquina y endemoniada,
sentí en mi pecho la llaga que
infamemente, había yo intentado hacer,
y llena de amor y comprensión…
la flor no corté. 

                                          

No hay comentarios:

Publicar un comentario